Bueno, os cuento.
Hace cosa de un mes y poco, mi mujer me habló de un gimnasio de Madrid que no era el típico de aparatos, pesas, más aparatos... , lleno de musculitos (o como dice mi mujer "croasanes") y que tanto odio. Para entrar a este gimnasio, tienes que rellenar un cuestionario y tener una entrevista con uno de los entrenadores personales y que te "elijan".
Como últimamente ando algo baja de autoestima, moral y por supuesto tenacidad y fuerza de voluntad, decidí que era hora de ponerme las pilas.
Y así lo hice. Pasé la entrevista y comencé a entrenar con Alex. Es un encanto, con una mentalidad muy positiva y con ganas de superación. Lo mejor de todo es que me va a ayudar con el tema "alimentación" que, todo hay que decirlo, llevo como el culo ¡soy lo peor!
Así que, a ponerme en forma y a cuidarme para superar este reto de bajar 10 kilos y de paso, comenzar a transformar mi interior... Aunque eso va a ir más despacio.
justo después del entrenamiento y de pesarme... ¡Ah, claro! Eso era lo que quería deciros... He perdido ¡300 gramos! Menuda mier.... (pííííííííí). Pero, cómo no, ahí tengo a Alex para animarme y decirme que lo que importa no es el peso si no el volumen perdido... Está claro que el que no se consuela es porque no quiere. Yo hoy, he salido satisfecha de mi entrenamiento aunque se que lo voy a hacer mucho mejor. Sólo es cuestión de tiempo y de ganas.
¡Un abrazo muy fuerte y hasta mañana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario